martes, 13 de noviembre de 2012

Los suicidas del fin del mundo

En un pueblito del fin del mundo llamado Las Heras, en La Patagonia, se sucedieron a finales de los años 90 una serie de asuicidios sin aparente motivo común. Un pueblito cuyo, prácticamente único, motor de desarrollo son las empresas petrolíferas. Después de que el caso trascendiera a la actualidad nacional, después de que llegaran los grupos religiosos, y también después de que los organismos humanitarios internacionales se hubieran ido ya de Las Heras sin conseguir explicar o solucionar nada, llegó la periodista argentina Leila Guerriero, una de las referentes en periodismo narrativo actual. 


Entrevistó a las familias, los vecinos y se convirtió ella misma en la protagonista de la vida del pueblo durante el tiempo que estuvo allá. Así como es también primera persona transmitiendo al lector su sensación de que quizás no podría salir nunca de aquel lugar, como si fuera un pozo con un poderoso imán en el fondo; o la angustia que le producía el intenso e incansable viento que día y noche golpeaba las puertas y ventanas queriendo volverlos áridos como el paisaje.

Aunque podría ser un buen argumento de ficción, con las teorías de los vecinos sobre sectas o las listas de muertos futuros, Los suicidas del fin del mundo (2006) es un reportaje periodístico que lleva por subtítulo "Crónica de un pueblo patagónico". Pero es un libro que no da una solución, una respuesta, porque no existe la solución correcta. Guerriero recrea la sensación de desasosiego, la sensación de estar en un lugar que no existe para el resto del mundo, la falta de esperanzas o de oportunidades para los jóvenes, cómo una rueda de molino que inevitablemente sigue girando de la misma manera sin importarle el agua, o la gente, que pase por ella

Los suicidas del fin del mundo es uno de esos libros que todo periodista debe leer, especialmente si -como yo- han aprendido el periodismo en España y nunca les habían hablado del excelente periodismo narrativo que se está desarrollando a este "otro" lado del mundo. Por mencionar solo dos cositas más de Leila, recomiendo el reportaje a Aurora Venturini publicado aquí en Gatopardo y otro a Fogwill aquí para El Malpensante.