Anoche fuimos al teatro Fígaro a ver Interpretando a Beckett, una adaptación de la obra de Samuel Becket Esperando a Godot. Una pieza perteneciente al teatro de lo absurdo, muy cortita y con un escenario conceptual que consistía en un árbol blanco con zapatos colgados. Sin duda, una función que deja lugar a una reflexión tan amplia como el espectador quiera y a la que hay que asistir "con la mente muy abierta".
Pero no escribo para hablar de la obra, ya que a mí me queda aún mucho que roerle al hueso, sino para contar la situación más vergonzosa que he vivido en el teatro en 22 años de vida. Anoche no había una familia con niños llorando, no; no había quinceañeros de excursión con el instituto, no. Había una excursión de viejas sacadas de no se dónde, no ya con poca cultura, de lo que no son principales culpables, no; sino con el poco respeto de no parar de hablar, reírse, comer y, en definitiva, molestar a todo el teatro durante la hora que duró la función. Vergonzoso.
Señoras que no sabían que en el teatro hay que estar calladitas porque no hay micrófonos, porque hay actores trabajando a los que desconcentran y porque hay cientos de personas a su alrededor que están interesadas en enterarse de lo que ocurre más allá de la fila ocho. Vergonzoso.
¿Y este es el tipo de persona que sale en la televisión quejándose del poco respeto que tienen los jóvenes?. Vergonzoso.
"Hasta mis tripas se aburren". "Dame un caramelo". "Jijiji". "Ay, ¿eso es polvo? que yo tengo alergia, voy a coger un pañuelo". "Jijiji". Éstas fueron algunas de las frases que Beckett vio espontáneamente añadidas al texto de su obra maestra. Puedo entender que es una obra demasiado conceptual y experimental para cierto tipo de mentes y gustos, pero es tan simple como abandonar la sala o darse una cabezadita, pero no comportarse de ese modo.
Simplemente, VERGONZOSO.
5 comentarios:
El título lo dice todo: vergonzoso.
yo lo viví y coincido contigo en que nunca había visto algo así. Pero recuerda lo que nos dijeron: la culpa era nuestra porque estábamos más pendientes de su conversación que de la obra. Si es que...hay gente para todo
Algo parecido me pasó a mí hará un año pero en el cine. Estaban con la promoción aquella de que los mayores entraban a 1 euro los martes, y el día que yo decidí ir a ver la de John Rambo no caí en que era martes, y si hubiera caído tampoco me podría ni imaginar que los abueletes (y sobre todas las abueletas) se metieran a ver esa peli... pero aquel día hacía frío, y en el cine se está calentito, y como a la entrada hay palomitas pues será para que te las comas en la sala de tertulia con las amigas ¿no?...
No sé si alguna foto, o el cartel, o lo que sea, las llevó a pensar que Rambo era una comedia romántica, pero en cuanto empezaron las explosiones y a volar miembros y a chorrear sangre te puedes imaginar... "uuuh, pero qué es esto?? uuuh pero qué aaasco uuuh pero qué mieeddo uuuh"
Y lo peor es eso, que como les digas algo encima eres malo y desconsiderado.
En fin.
Mola mucho tu blog (aunque hayas matado a Tim Burton jejeje) un saludo!
mu duro
"Con la mente muy abierta" ¿Por qué entrecomillas esta frase? ¿Es de alguien conocido?
He descubierto tu blog. Volveré
Sí, Julio.
"Con la mente muy abierta" fue la frase con la que uno de los chicos de mi clase definió la actitud con la que había que ir al teatro esa noche.
Besos
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