lunes, 26 de noviembre de 2012

Cristina García Rodero y Transtempo

En ocasiones ocurre que la primera aproximación de un artista a una disciplina o a su futura herramienta de trabajo se produce de una manera accidental, y termina por convertirse en anécdota. En el caso de Cristina García Rodero su timidez fue la que tiró los dados y el azar hizo su parte. Como le daba tanta vergüenza vender las rifas para un viaje de fin de curso en el liceo, se las guardó todas y en el sorteo le tocó su primera cámara de fotos. 

Quizás esa timidez le hizo también desarrollar el poder de pasar inadvertida; y le permitió colocarse, ella y su cámara, dentro de círculos rituales o celebraciones inaccesibles para los ajenos a esas culturas. Alberto García-Alix recordaba este "poder" de la fotógrafa en un reportaje de El País de Madrid en 2009: "Una vez me la encontré en un festival de cine erótico (...). Yo llevaba un rato haciendo fotos y, de repente, vi que a mi lado estaba ella, colocada en el mejor ángulo posible, disparando sin parar. Llevaba horas allí, ¡y no la había visto! Cristina tiene esa capacidad. Cuando trabaja se vuelve invisible".

Dedicada al reportaje, pero desde una perspectiva muy personal, Cristina García Rodero (Ciudad Real, 1949) es una antropóloga fotográfica que se ha dedicado a registrar los cultos y tradiciones suspendidas en el tiempo. Aunque su punto de partida estuviera en la "España oculta" (título de uno de sus libros), la fotógrafa ha viajado en busca de la figura mítica del folklore venezolano, María Lionza, la diosa de los ojos de agua; las atmósferas que crean los pigmentos de colores suspendidos en el festival de la primavera Holi, en India; el vudú de Haití o la postguerra kosovar, entre otros. (...)


El libro Transtempo recorre las tradiciones gallegas que, como en su título, han atravesado ya el tiempo para situarse en un espacio indeterminado. Tomando el verbo transitar en su definición de "pasar de un punto a otro por vías o parajes públicos", este adquiere un mayor sentido en relación con la fotografía de García Rodero; quien recoge el folklore de la calle, ese que es gratuito y se desarrolla en el ámbito de lo estrictamente público.(...)


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