Hamlet conceptual ___________________________

El viernes, noche de los teatros, fuimos a la adaptación que ha hecho Tomaz Pandur de Hamlet. La cita era en el Matadero de Madrid. Un lugar inquietante, salas enormes, muros de piedra y un frío extraño. Aunque esa sensación no duró mucho porque la representación se encargó de calentar el ambiente... y al personal. ;)

Tras la primera media hora de desconcierto, cuando el espectador deja de preguntarse el porqué de los señores en minifalda, todo cobra sentido. Hamlet vuelve a ser el mismo que leyeron, el mismo que han visto otras veces y las cuatro horas se pasan volando. La representación es un espectáculo completo, desde el escenario hasta el bar, que se convierte, durante el descanso, en sala de conciertos, con música en directo, bailes de los actores, ... Pasen y vean.

Pandur ha mantenido la ambigüedad del príncipe de Dinamarca, cambiándole el sexo; ha mantenido el texto, cambiando todo lo demás. La escenografía y atrezzo es, sin duda, lo que más me ha gustado. Un escenario conceptual construido sobre agua y plataformas de madera donde sugiere la presencia constante de los muertos al pasearlos por el agua; quienes parecen estar jugando a no pisar las rayas blancas. El vestuario se identifica rápidamente con David Delfín: estética militar en blanco y negro, brazaletes y los señores con bombín que llueven en los cuadros Magritte. La luz, el cortinaje y la música encajan perfectamente en este gran montaje.

Actores como Blanca Portillo, Hugo Silva o Quim Gutierrez están consiguiendo llenar la sala noche tras noche. Ese reparto, unido a que Hamlet sea interpretado por una mujer, hace que la gente afirme "quiero ir a ver a Hamlet de Blanca Portillo". Publicidad la está consiguiendo pero no se si a Pandur le hará gracia que sea a costa de obviar su nombre como máximo responsable de la obra.